En toda dieta inteligente hay alimentos que no deben faltar y que a veces no consumimos porque desconocemos su valor. En esta oportunidad mencionaremos las bondades del vinagre de manzana y por qué debemos incorporarlo a nuestra dieta.
El vinagre de manzana antiguamente era recomendado en pequeñas dosis diarias para alejar enfermedades y como un energizante.
Hipócrates, el padre de la medicina moderna, lo utilizó para la limpieza de heridas hace más de dos mil años.
Una forma ideal para consumirlo es como aderezo en las ensaladas e ingrediente al preparar mayonesa casera; en ambos casos aportará un delicioso sabor.
Proporciona vitaminas A y B, así como ácidos grasos.
Es rico en fósforo, taninos, calcio, potasio, magnesio, azufre, sodio, cinc, hierro, flúor, silicio, boro, entre otros. El vinagre de manzana de calidad también contiene algunos aminoácidos y antioxidantes.
Un estudio observacional de Harvard muestra que las mujeres que consumieron ensaladas con vinagre de manzana tuvieron un menor riesgo de enfermedad cardíaca.
El vinagre de manzana reduce las respuestas del azúcar en la sangre después de las comidas.
Sirve para combatir las dolencias musculares, inflamaciones, esguinces y el dolor causado por la artritis.
Actúa con éxito en la eliminación de la celulitis.
Varios estudios en humanos muestran que puede aumentar la saciedad, ayudarte a consumir menos calorías y a perder peso.
Este versátil alimento también ayuda al blanqueado de los dientes, es un desodorante natural, acondiciona y aporta brillo al pelo, es útil para eliminar las verrugas y combate los resfriados.
Se utiliza como un conservante de alimentos y los estudios muestran que inhibe el crecimiento de las bacterias en los alimentos y evita que se dañen.
En el hogar tiene importantes usos, ya que repele las pulgas de las mascotas, es un limpiador natural para la casa.